Soy Mujer de Fe

En este siglo XXI existen muchos tipos de mujeres que se han diversificado en sus actividades con el tiempo: mujeres que son exitosas profesionales y emprendedoras como, mujeres en las corrientes “feministas”, mujer en el ámbito político destacándose en posiciones presidenciales y vicepresidenciales de algunos poderes del Estado en muchos países, mujeres consagradas en varias espiritualidades y acciones vocacionales, pero hay un tipo de mujer que ha permanecido en la historia y es la “Mujer de fe”.

Hoy pudiéramos mencionar algunas mujeres han dejado huellas en nuestra historia en este cambio de siglo como Santa Teresa de Calcuta, Santa Teresa de los Andes, Santa Marianita de Jesús, Beata Narcisa de Jesús, Beata María Encarnación Rosal, Santa Rosa de Lima, entre otras Santas que nos han dado un ejemplo de acciones y testimonios inagotables para demostrarnos que ser mujer de fe es posible.

Otras Mujeres de fe que hoy están entre nosotros en diferentes países, como la Hermana Glenda artista católica religiosa que nació en Chile y vive en España, Amparo Medina defensora Provida del Ecuador, Celines Díaz Artista católica, madre y adoradora quien predica la fe con su testimonio de vida de fe, es de Republica Dominicana, Lila Rose es una joven valiente norteamericana, ella a los 15 años fundó la asociación pro vida Life Action, en la que se dedicó a realizar investigaciones encubiertas en las clínicas abortistas, María Luisa di Pietro quien es Dra. en medicina y experta en bioética de Italia, Sonia María Crespo quien es presidenta de la Asociación Vida y Familia y Directora de la revista "Vive" (Ecuador) y Ana Cristina Villa es una laica consagrada colombiana miembro de la Fraternidad Mariana de la Reconciliación y responsable de la Oficina para la Mujer del Consejo Pontificio para los Laicos en el Vaticano. Estudió Ingeniería, Psicología, Filosofía y Teología. Son Muchas más que se han empoderado de temas de fe, en defensa de la verdad, los valores, la familia y la vida.

En la historia y sobre todo en la Biblia vamos a notar cómo las mujeres han tenido un protagonismo detrás de las decisiones de los sabios, de los reyes, gobernantes; incluso la mujer de fe expone su participación femenina en la Sagradas Escrituras, comenzando por María Santísima la Madre de Dios, madre nuestra.

Leyendo el párrafo 38 de la Carta Pastoral del 21 enero 2017 de los obispos de Republica Dominicana, titulada “La Mujer en la sociedad dominicana” nos recuerda lo que muestra la palabra de Dios sobre ese liderazgo de la mujer en el nuevo testamento:

38. En los Hechos de los Apóstoles, y en escritos de Pablo, queda explícito el hecho de la participación de la mujer en la génesis del cristianismo: miembro activo en la comunidad (Hch 1,14), profetisa (Hch 21,9), diaconisa (Rm 16,1)35, colaboradora (Rm 16,3), afanosa por el Evangelio (Rm 16,6), compañera de prisión (Rm 16,7), trabajadora por el Señor (Rm 16,12), etc. Lo decisivo para entonces era la comunión con el único cuerpo de Cristo (1Cor 12). Así lo fundamenta el Bautismo, puerta de entrada a la santidad de Dios (Gal 3,28).

Esto me lleva a la conclusión de que una mujer de fe siempre será un miembro activo de la comunidad eclesial y de la familia; una servidora inagotable, agradable, una madre que ama a sus hijos con entrega total; su sonrisa la adorna, su actitud positiva ilumina; su sentido de justicia, el decir la verdad con amor, su celo pastoral; son cualidades que la convierte en todo lo demás: profetisa, diaconisa, colaboradora, afanosa por el evangelio, compañera de prisión, trabajadora por el Señor. Su amor y entrega a Jesús crece cada día y hace que su familia sea luz, soporta todo, lo cuida todo, como el amor expuesto en 1ra de Corintios 13.

La mujer de fe es una mujer virtuosa, difícil de conseguir como dice la palabra de Dios: "Una mujer fuerte, ¿quién podrá hallarla? Mucho mayor que de perlas es su precio" dice la Palabra de Dios” (Prob 31, 10).

Tenemos que revisar si cumplimos como mujer con estas cualidades y habilidades, y si no somos este tipo de mujer, ya sabemos que podemos trabajar para convertirnos en esa mujer de fe.

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